La historia que contamos
Debemos establecer un sentido común que reconozca que los ataques contra los inmigrantes son solo el primer paso de la rápida expansión de los excesos autoritarios y de la toma deliberada de poder por parte del régimen de Trump. El nuevo sentido común es: nos corresponde a nosotros, como estadounidenses, unirnos —en una demostración histórica de solidaridad, independientemente de nuestro estatus— para evitar precedentes peligrosos que allanen el camino para una consolidación potencialmente irreversible del poder ilegal.
Debemos establecer un vínculo directo entre la depravación moral de la agenda del régimen, la rectitud de la nuestra y los claros excesos políticos del régimen.
